Hoy es San Alberto, patrón de los estudiantes de ciencias. Sin
duda, hoy es el día del año que más me duele no
estar en Salamanca. Los estudiantes celebramos San Alberto haciendo un
macrobotellón a la ribera del río Tormes. Pero lo de
menos es el botellón (de hecho el año pasado no
probé el alcohol). Lo realmente importante de la fiesta de San
Alberto es la unión que se produce entre los estudiantes en esta
fiesta. Los novatos conocen a gente que durante el curso les va a echar
una mano (es un día de consejos del tipo: “este profesor
es un subnormal… ¡cambia de grupo!”), los
tímidos empiezan a ligar con las tímidas y viceversa, los
estudiantes más mayores empiezan a pedir apuntes a diestro y
siniestro, es decir, la gente se dedica a conocer gente. Es el
día en el que se conoce al típico tío que esta
sentado arrinconado en clase y nunca habla y luego le integras en el
grupo. También se tienden lazos con otras carreras,
especialmente de ciencias (con los/as biólogos/as,
informáticos/as, físicos/as…), aunque al final va
siempre gente de todas las carreras (los de letras se pueden permitir
hacer pellas…). En fin, la fiesta es realmente enorme. Por eso
no entiendo por qué quiere el rector erradicar este tipo de
fiestas, ya que si quita estas fiestas, lo único que hará
será deshumanizar el campus (la cantidad de parejas, grupos de
amigos, y enemigos que han salido de estas fiestas es infinita).
Añado, en plan nostalgia, algunas fotos de otros San Albertos.
¡ay! ¡Qué pena no poder estar este año!